Antónimos graduales
Son aquellos en los que la relación de oposición es progresiva y gradual. Por ejemplo, los colores blanco y negro son antónimos graduales porque entre ellos existe el color gris, al igual que entre caliente y frío podemos encontrar toda una gama de temperaturas como templado, tibio, gélido o helado.
Antónimos complementarios
Se caracterizan porque el significa de uno excluye al otro, es decir, son incompatibles entre sí. Por ejemplo, antónimos como vivo y muerto, día y noche o ganar y perder. Si observamos estos pares de palabras, nos damos cuenta de que la afirmación del primero conlleva de manera implícita la negación del segundo término; es decir, si uno está "vivo" no puede estar "muerto" a la vez, si es de "día" significa que no es de "noche" y, por último, "ganar" se opone directamente a "perder".
Antónimos recíprocos
Son aquellos antónimos en los que el significado de uno de los términos implica el del otro, de manera que no se puede entender el uno sin el otro. Por ejemplo, las acciones de comprar y vender o dar y recibir, ya que para comprar algo es necesario que ese algo se venda, al igual que dar algo conlleva que ese algo sea recibido por alguien.
Para buscar sinónimos y antónimos existen diccionarios, de cualquier manera una lista es siempre muy útil. Hemos elaborado una lista de sinónimos; en orden alfabético hemos escogido 50 palabras, y a continuación encontraréis uno o más sinónimos para cada una:
Para hacer esta lista de ejemplos de antónimos hemos tomado como base las palabras de la lista de sinónimos. En el caso de que dichas palabras no tengan un antónimo, las hemos reemplazado por otras.